Mi esposa y yo fuimos padres jóvenes. A medida que nuestros hijos crecían, nosotros también lo hacíamos, por lo que algunas veces sentimos que dimos pasos en falso en el camino.
Crecer, aprender, y mejorar son parte de la crianza de los hijos, pero hacerlo mientras tú también maduras lo hace todo mucho más difícil.
Pero cuando me convertí en abuelo, o “abue,” me comprometí a no cometer los mismos errores. Quería reflejar una imagen e influencia positivas en la vida de mis pequeños, Jaden y Liam. Me propuse siempre prestar atención a los detalles de la vida de mis nietos y estar presente cuando ellos lo necesiten. No importa el tema, no importa la situación, no importa el momento, siempre quiero estar disponible para poder ayudarlos en todo lo que pueda.
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Hace seis años, recibí esta nota de Jaden. Mientras me la entregaba, me dijo: “Eres el mejor abue, gracias por ser mi abue.”
Todavía pienso cómo somos la mayor influencia para un niño.
Mi familia en las redes sociales también ha visto las dificultades por las que mis familiares y yo hemos pasado durante el último año, y, como saben, no ha sido fácil. Como el resto de ustedes, la vida solo se ha vuelto más difícil con el estrés de la pandemia, las enfermedades familiares, el afrontamiento de la muerte, y muchos otros problemas con los que lidiamos día a día.
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Una de las conclusiones más claras a la que llegué a lo largo de estos más de 12 meses es que la vida es demasiado corta como para vivirla sin determinación. Aunque mi camino nunca está completo, elijo tomar una decisión consciente para ser resuelto con mis acciones en mi trabajo, en mi día a día, y especialmente con mi familia. Ahora que Jaden está empezando la adolescencia y Liam a punto de cumplir nueve años ambas etapas importantes en la vida, he tomado la decisión de estar más presente que nunca.
“Formar parte de sus prácticas y juegos como entrenador, varias veces a la semana, me da más oportunidades de ser una fuerza positiva en su vida. Noto el crecimiento y el impacto positivo que eso tiene en ellos, no solo atléticamente, sino principalmente, en su madurez”.
Algunos de ustedes pueden tener dificultades para conectarse con sus hijos o familiares y seré el primero en decirles que no siempre es fácil. Pero si se lo proponen y toman la decisión consciente de estar presentes sin importar las circunstancias, será más fácil tener esa relación abierta.
Sigue perseverando durante esas incómodas conversaciones iniciales y, con seguridad, llegarás al punto en el que comprenderás más a tus seres queridos por el simple hecho de que ellos comprenden el nivel de atención que tú les dedicas. Te apoyo, tus hijos te apoyan y tu familia te apoya. ¡Fortalece ese vínculo, platica y construye la relación de la manera correcta!
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Hace muchos años, mi pastor dijo: “Si un niño elige seguirte, ¿adónde lo llevarás?” Todavía recuerdo esas palabras. Cuantos más mentores, mejor, así todos avanzamos juntos.
Cómo fortalecer el vínculo con tu adolescente
Para conectarte con tu adolescente, sigue estos pasos fundamentados en métodos basados en investigaciones:
1. Atención inmediata: Escucha, anima y presencia.
2. Desafío de crecimiento: Anímalos a dar lo mejor de sí mismos, promueve la responsabilidad, reflexiona sobre los fracasos de manera constructiva.
3.Brinda apoyo: Ayúdalos a superar los desafíos.
4.Comparte la autoridad: Demuéstrales que los respetas a ellos y a su opinión en decisiones, especialmente en aquellas que los involucran.
5.Amplía las posibilidades: Inspíralos. Preséntales personas, lugares y oportunidades que los ayuden a madurar.
