En esta guía:
Encontrarás formas simples de iniciar pláticas sobre temas difíciles
Obtendrás recursos que te ayudarán con los desafíos cotidianos de la crianza
PRIMEROS PASOS:
“NO ESTÁS SOLO”
¿Estás listo para conectar mejor con tu adolescente? Con estos consejos tendrás todas las de ganar.
Jueguen juntos, manténgase unidos:
trata de encontrar intereses en común con tu adolescente, como jugar videojuegos, salir a caminar o ver sus películas favoritas.
Escucha con atención y haz preguntas:
dale toda tu atención, y hazle saber que te importa lo que dice. Haz preguntas abiertas para motivarlo a hablar.
Consejo experto:
descubre más consejos para escuchar con atención: Aquí te mostramos lo que significa saber escuchar
Resuelvan sus problemas juntos:
cuando ellos se topen con un problema, trabajen juntos para resolverlo. No intentes solucionarlo por ellos (la mayoría de los adolescentes dicen que eso no les gusta).
¡Festejen los triunfos!
Cuando tu adolescente logre algún propósito, festéjenlo. No importa si es grande o pequeño, lo importante es mantenerlos motivados.
Expande sus horizontes:
motiva a tu adolescente a explorar diferentes actividades y descubrir lo que le gusta.
Consejo experto:
échale un vistazo a nuestros consejos para expandir sus posibilidades: Cómo ayudo a mi adolescente a encontrar lo que le apasiona
Comunica tus reglas y límites:
sé constante, positivo y justo. Pero establece reglas y límites claros y comunícalos para que tu adolescente los comprenda. Si tu adolescente piensa que las reglas son injustas, intenten llegar a un acuerdo.
Sé constante y continúa la plática en otro momento.
Si la conversación se pone difícil, puedes hacer una pausa y retomarla otro día. No es necesario darles toda la información de una sola vez.
No dejes que emociones como el enojo o el miedo se apoderen de ti cuando escuchas algo inesperado o difícil.
A veces a los jóvenes les resulta complicado compartir sus sentimientos o experiencias. También puede preocuparles tu reacción al hablar de algo en particular. Solo escúchalos.
Recuerda, tu relación no tiene que ser perfecta:
aunque tu adolescente no quiera hablar contigo y te sientas desalentado, sigue intentándolo.