Hace poco nos sentamos con docenas de padres de todo Colorado para descubrir un poco más en cuanto a sus relaciones con los jóvenes.
Qué aprendimos:
Que casi todos ellos tienen preocupaciones en cuanto a qué tan bien están criando a sus hijos en desarrollo y cómo es que están enfrentando las dificultades de mantenerse conectados con ellos.
Aquí podrás ver parte de lo que ellos nos compartieron — lo que prueba que, si estás enfrentando ciertos desafíos como padre, no estás solo.
“Esto es minuto a minuto. Puedo distinguir tres personas diferentes en un lapso de cuatro horas. Llego a casa, y está feliz y conversador y quiere que pasemos un rato junto. Una hora más tarde, si le pregunto, ‘Oye, ¿Qué piensas de esto?’ me responde, ‘Déjame solo’.”
“Me di cuenta que algo andaba mal con mi hijo; estaba triste y se veía retraído. Se quedaba en su habitación toda la noche, generalmente durmiendo. Tampoco quería comer. La mayoría de las veces no me siento demasiado convencido de saber que decir. Uno de los desafíos más grandes durante esas épocas era no poder lograr que mi hijo me dijera que es lo que andaba mal. La mayoría de las veces me decía “Nada”.
“Realmente creo que la falta de tiempo en el día dificulta desarrollar una mejor relación. Con la economía de hoy en día, terminamos trabajando tanto que se siente como si esto nos quitara tiempo valioso para pasar junto a la familia”.
“Ella se sentía aislada cuando había situaciones melodramáticas con sus amigas. Lo más difícil era no saber cómo ayudarla o que es lo que realmente necesitaba. “¿Solamente la escucho? ¿Necesito ofrecerle un consejo? ¿Intento arreglar la situación yo sola?” “Me pasan varias cosas por la mente y no saber que hacer en ese momento es duro”.
“Siento que no tengo el tiempo suficiente que me gustaría pasar con él. Entre el trabajo y otras cosas, siento que el tiempo que tengo es limitado y tengo que elegir entre pasarlo conmigo o con él”.
“Cuando empezaron a entrar a la pubertad, los dos varones pasaron por momentos oscuros. No estoy segura de que alguna vez descubriré que es lo que estaba pasándoles internamente. Había ciertas señales externas y comentarios – el comportamiento era distinto, la personalidad era diferente. Todo fue muy angustiante”.
“Él me cuenta sus problemas de la escuela o problemas deportivos, pero no me dice ni una sola palabra de sus problemas con una novia o sus grupos de amigos, incluso si le pregunto. Cuando vamos manejando camino a la escuela, trato de iniciar conversaciones sobre temas generales. Cuando está cansado, es difícil lograr que se abra conmigo”.