Ser padre no es para los débiles de corazón.
Mi mamá siempre me decía que era el trabajo más importante pero también el más difícil.
Ahora que soy madre, es un alivio saber que lo más importante no es ser perfecta sino simplemente querer intentarlo. He aprendido que tomar pasos pequeños puede conducir a un gran avance.
Enseñándoles a adolescentes
He sido maestra de ciencias en la escuela secundaria durante 12 años, y si bien amo mi trabajo, no soy perfecta.
Hace algunos años, un grupo de estudiantes de mi clase se estaban comportando de manera imprudente mientras estábamos llevando a cabo un experimento en el laboratorio así que los llevé a la oficina del decano. Me sentí defraudada con su comportamiento, pero cuando los estudiantes regresaron a mi salón de clases, asumí que todos continuaríamos con la clase, así que opté por no mencionar nada.
Desafortunadamente, cuando una de las jóvenes cometió otro exabrupto, interrumpiendo la clase, tuve que abordar la situación — frente a la clase y luego en privado.
Después de haber hablado con la estudiante tras ese incidente y de tomarnos el tiempo de tener conversaciones durante el año, aprendí que su enojo estaba emparentado con frustraciones más grandes. Estaba teniendo problemas en sus relaciones con sus padres, con quienes ella sentía que no estaban disponibles para ella desde que se divorciaron.
Me di cuenta de algo importante.
Pude aprender más de la situación de esta estudiante y ofrecerle mi apoyo.
Como padre, maestro o mentor, si te sientes arrepentido de una interacción negativa o una serie imperfecta de eventos, recuerda que nunca es tarde para disculparse, hacer una pregunta con mayor profundidad o volver a intentarlo.
Padres que apoyan
A lo largo de mi año trabajando con esta estudiante, me comuniqué con sus padres varias veces. En algún momento, recuerdo que su mamá me dijo que no sabía que hacer o como hablar con su hija.
Le di a esa mamá el mejor consejo que pude. Le dije que solo tenía que arrancar en algún lugar. Necesitaba tomarse el tiempo para conectar con su hija a diario y hacer el esfuerzo de tomar pasos pequeños.
Le recordé que ningún padre es perfecto y que, aunque se sienta raro conectar, su hija lo necesitaba. Le aseguré que su hija, a la larga, lo apreciaría.
Pasos para conectarse con sus hijos
Las conversaciones que tuve con esa mamá fueron solo el comienzo de conversaciones que tuve con otros padres durante los años siguientes.
Resulta que todos necesitamos un poco de apoyo a la hora de conectar con nuestros hijos.
Cuando estoy teniendo estas conversaciones con padres y cuando estoy trabajando en mis relaciones con mis propios hijos, pude darme cuenta que es beneficioso contar con herramientas y apoyo a las que uno pueda consultar.
Aquí abajo hay una lista que me ayudó. Estos pasos son métodos basados en investigación para conectar con tus hijos y dejarles saber que te importan.
- Exprésales cuidado: Escucha, aliéntalos y sé un padre presente para tus hijos.
- Desafíalos a crecer: Ponles expectativas y haz que rindan cuentas por sus actos.
- Dales apoyo: Ayúdales a enfrentar dificultades y defiéndelos.
- Compartan el poder: Respeta a tus hijos e involúcralos en la toma de decisiones de cosas que los afecten.
- Expande sus posibilidades: Inspira a tus hijos. Ponlos en programas o llévalos a lugares que les ayuden a crecer como personas.
Los adolescentes están atravesando muchas cosas. Mientras buscan su independencia, los padres también están listos para un poco de independencia para ellos mismos. Los adolescentes pueden aparentar que son capaces de lidiar con los problemas de la vida por sí mismos, pero todavía necesitan la conexión y atención de sus padres o tutor. Esto es algo que repito año tras año, en cada reunión de padres.
Anímate, y recuerda que todos esos esfuerzos pequeños sirven de mucho.
Laura Funk
Laura Funk es una orgullosa residente nativa de Colorado, casada con su novio de la secundaria. Es mamá de dos hijos en edad de escuela primaria y enseña Ciencias en la secundaria. Cuenta con un grado asociado, una licenciatura y una maestría y es una (Bear for life) - de la Universidad de Northern Colorado. Durante los últimos 10 años, ella y su esposo han estado escribiendo el blog para padres y de estilo de vida, We Got the Funk. Mediante este blog, aman la posibilidad que tienen de poder conectarse con la comunidad y así poder ayudar a otras personas a reírse y a encontrar el amor en medio del caos honesto que forma parte de la vida.