En las películas, todos los adolescentes están distanciados de sus padres, son malhumorados, suelen dar respuestas de una sola palabra y, por lo general, permanecen escondidos en sus habitaciones rodeados de sus pertenencias.
Aunque hay un poco de cierto en esta representación, la verdad es que la mayoría de los adolescentes lo que realmente buscan es alguien que los escuche y los comprenda, no el aislamiento.
Lo sé de primera mano porque tengo tres hijos, de los cuales el menor tiene 17 años. Me he acostumbrado a escuchar con respeto sus preocupaciones, quejas, y pensamientos sobre su vida y el mundo que nos rodea. Aclaro que esto es particularmente difícil como papá… Siendo de Marte (como dicen), los papás estamos programados para encontrar soluciones. Comparte un desafío en tu vida y antes de que puedas terminar tu historia, ¡ya te ofrecemos soluciones!
El problema es que, aunque las soluciones son útiles y pueden ayudar, no son necesariamente lo que se busca cuando alguien confía en ti. Ya se trate de una mala calificación en un examen, un desacuerdo con un mejor amigo o una angustia por una invitación a una fiesta o a una gira universitaria, la mejor estrategia para cualquier padre de un adolescente, de cualquier género, es S.U.A.L. (Shut Up And Listen, en inglés).
Siempre es una buena idea callarse y escuchar.
Puedes ofrecer asentimientos, gruñidos y decir, ocasionalmente, “uf” o “qué difícil” o “terrible”, pero eso es todo. Al hacerlo, estás afirmando que has escuchado lo que te dijeron. Simplemente puedes reconocer que los escuchaste, en lugar de querer absorber sus emociones.
Esto, por supuesto, es una táctica genial en todas las relaciones. Al fin y al cabo, ¿no queremos todos que se nos escuche y nos digan que lo que nos resulta difícil, perturbador y desafiante es en realidad muy difícil?
No te preocupes papá, también hay un momento y un lugar apropiados para las soluciones.
Pero te sorprenderías de lo extrañado, y sobretodo complacido, que se sentirá tu adolescente si le dices: “Tengo algunas ideas sobre lo que podrías intentar para solucionar eso. ¿Quieres escucharlas?”, en lugar de simplemente bombardearlo con tu sabiduría e intuición superiores.
También, ten en cuenta que una de las labores más difíciles de la crianza de los hijos es dar ejemplo: tus adolescentes están observando de cerca cómo te relacionas con el mundo e interactúas con las personas. Si no va de la mano con su visión del mundo, bueno, será difícil. Pero sería maravilloso conversar al respecto y que cada uno explique su lógica y perspectiva al otro.
Esta publicación se vuelve a compartir desde GoFatherhood.com — haz clic aquí para leer toda la publicación. Sigue el viaje de Dave a través de la paternidad en Facebook y Twitter.
